Mi filosofía de productividad y las reuniones en las mañanas

Siempre he pensado que para mí sería muy difícil trabajar en una empresa. La sola idea de tener una reunión el lunes a primera hora me parece espantosa. Y es que va en contra de mi filosofía de productividad.

Mi filosofía de productividad parte de mi entendimiento de que el trabajo humano es acerca de energía que se invierte, no del tiempo que transcurre. Visto así, la productividad tiene que orbitar alrededor de una obsesión: usar la energía de la manera más óptima posible.

¿Una manera subóptima de usar la energía? Estar atrapado en una reunión en las horas en las que uno tiene mayor capacidad de concentración. Para la mayoría de personas —sin duda es mi caso— la energía mental alcanza su pico en las horas de la mañana. El trabajo de muchas personas está estructurado en contravía de la biología: los altos energéticos los desperdician en tareas que no son las más cognitivamente demandantes.

Por lo general esas reuniones de lunes a primera hora tienen el objetivo de organizar el trabajo de la empresa. Se revisan los pendientes de la organización y se asignan tareas a los trabajadores. Conozco una firma de abogados cuya reunión de seguimiento es los lunes a primera hora y suele copar toda la mañana. ¡Así quien puede tener motivación para trabajar el resto de la semana!

Alguno dirá que es mejor tener esa reunión tediosa a que la gente ande por ahí a la deriva. Yo no estoy proponiendo eso último. Creo en el ejercicio de organización. Solo que también creo en la importancia de aprovechar los momentos energéticos. En su libro Cuando, Daniel Pink explica que nuestro mejor momento para conectar ideas, cuando activamos el pensamiento creativo, ocurre hacia el final de la tarde. Es ahí cuando estamos claritos para visualizar y planear los siguientes pasos.

Hago mi planeación semanal los domingos al final de la tarde. Es un hábito que le aprendí a Juan David Aristizábal y que me ha servido durante años. Tiene varias ventajas. Para empezar, llevo a cabo un ejercicio de visualización en la hora del día óptima para tareas de esa naturaleza. Por ahí derecho libero la mañana del lunes para hacer trabajo que requiere concentración. Y, la cereza encima del postre, aplaco la neurosis del domingo. Ustedes dirán que qué es esa idea espantosa de trabajar un domingo; yo contestaré que prefiero eso a intentar ver una película mientras mi mente se carcome por la ansiedad de la semana que se viene y para la cual no estoy preparado.

Otra objeción que ya anticipo es que, claro, a mí me funciona el sistema porque no trabajo en una empresa y no dependo de nadie. Que a nosotros los empleados nos toca zamparnos la reunión de planeación. Mi respuesta es que puede ser, pero que en vez de meter las veinte mentes a las que le está pagando en una misma sala a que se les atrofie el cerebro escuchando lo que el asistente del paralegal va a tener qué hacer esa semana, ese jefe debería poner a esas mismas veinte mentes a una tarea más óptima para un lunes en la mañana: descifrar una mejor manera de organizar esa firma de abogados tan disfuncional.


Recomendación de la semana

Show de magia: In & Of Itself de Derek Del Gaudio

Este show de magia es rarísimo. Me lo recomendó mi amigo Robbie Frye y todavía no entiendo de qué se trata pero sé que me pareció increíble y se lo recomiendo a todo el mundo.

Es una experiencia, como dicen ahí al principio, para ver de corrido y sin distracciones. 

Este es el trailer y el show se puede ver en la plataforma Hulu (hay que suscribirse pero entiendo que tiene periodo de prueba de 7 días). 

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Soy Andrés Acevedo (TwitterLinkedin), el escritor detrás del hit cultural 13%, el podcast sobre trabajo y carrera profesional. Más sobre mí aquí.