Pura narrativa
Cuentan que, durante la Segunda Guerra Mundial, el general George C. Marshall rechazó el pedido que varios amigos le hacían de registrar en un diario sus vivencias y reflexiones. A Marshall lo preocupaba que mantener el diario lo privara de verdaderos momentos de reflexión y que lo pusiera en modo “protagonista”. Que el Marshall consciente de ser protagonista de la historia evitara tomar las decisiones difíciles -y necesarias- preocupado por cómo eso se vería en el futuro.
Es el clásico problema de la vida y la narrativa.